TOBIAS
Tobias Alejandro mi perrito de tres colores, te fuiste dejando en mi vida la tristeza más profunda que haya podido experimentar en mucho tiempo. Desde el día de tu partida es como si el mundo hubiese parado para mí. No logro dejar de ver tus cosas, tus fotos, los videos que tengo de ti, todo me recuerda tu presencia en mi vida y ese vínculo tan especial que hicimos en ocho años que hiciste parte de mi existencia. Tobias dejaste un vacío enorme, no paro de llorar. Me pregunto si este dolor pasará…. Seguramente que sí…. pero va a tomar un tiempo. Eras mi compañía, mi sostén en tiempos difíciles. No te apartaste de mi en los meses que estuve recuperándome de la cirugía, nos volvimos inseparables. Soñé con poder estar a tu lado el día de tu muerte pues sabía que tarde o temprano partirías. Ya estabas muy ahogado por el tumor pero nunca pensé que todo fuera a ser tan pronto y en la forma en que sucedió. Lejos de tu casa, lejos de mi; no tuve ese privilegio de tomar tu patica y decirte que te fueras tranquilo… poderte decir, aunque no fuese verdad, que te fueras tranquilo que yo iba a estar bien. Me pregunto todos los días que pasa con los animalitos después de su partida, hay algo más para ellos, los volveremos a ver así como esperamos ver a nuestros seres queridos que se han adelantado? Solo Dios sabe mi hermoso perrito. Lo que sí es seguro es que tu recuerdo vivirá en mi corazón por siempre. Cuando te rescatamos te dimos una segunda oportunidad de un hogar, un techo, comida, juegos, viajes y todo el amor que te pudimos dar. Hoy doy gracias al Señor por poner el mi corazón el amor y el respeto por los animales. Conmigo tuviste la mejor oportunidad que hubieras podido encontrar. No se si traeré a otro perrito a la casa…es muy pronto, no es fácil. Te extraño. Pienso en la canción que te cantaba cuando llegaste y no sabía si te podías quedar: “Y mi mayor hazaña es conquistarte, darte a ti mi amor por siempre y proteger tu corazón”. Y lo hice, cumplí y gané mi galardón.
NO LLORES POR MI: Carta de un perro a su amo
No llores por mí … Durante muchos años, me diste un hogar, me diste alimento y protección.
Pero lo más importante, me diste un lugar en tu corazón, con tu compañía a diario y con todo tu amor.
No llores por mi … Ahora que no estoy a tu lado, no quiero verte triste en este día.
Por el contrario, cuando pienses en mí, deseo que seas feliz recordando los bellos momentos que juntos pasamos desde que nací hasta que morí.
No llores por mí … Recuerda aquellos días en los cuales jugamos hasta más no poder, quiero ver en tu rostro esa linda sonrisa que siempre me brindaste.
Y así mismo deseo que la compartas con otro animalito, que lo hagas tan feliz como me hiciste feliz a mí. Tras mi partida no quiero verte solo.
No llores por mí … Continúa brindando todo ese cariño y ese amor a los seres que ahora se encuentran a tu lado.
Aún después de morir, debes saber cuan feliz sigo siendo. Porque sé que por siempre permaneceré en un lugar de tu corazón.
Atentamente.
Tu perro,
Tu amigo fiel.