SAMAI
AMADO SAMAI 10-12-2007 MOCOA PUTUMAYO // 21-08-2023 BOGOTA D.C. Samai, fuiste mi fiel compañía durante 15 años. Desde el momento en que llegaste a mi vida, te supe amar y siempre valoraste mi responsabilidad. Recuerdo las noches en vela por cuidar de ti, mi primer "hijo" perruno. Mientras escribo esto, las lágrimas recorren mi mejilla, pues dejaste un vacío inmenso en los corazones de quienes supimos apreciarte. Sin embargo, esas lágrimas se calman al recordar los momentos maravillosos que compartimos juntos. Fuiste fuerte, atlético, inteligente y tierno, recuerdo cuando compartíamos tus frutas preferidas comer coco, chontaduro y uvas. Eras sociable con los humanos y siempre te destacabas por ser un perro excepcional. Nunca te olvidaremos. Pasamos momentos hermosos en familia y cuidaste de tu hermanito humano a tu manera. Tu debilidad era jugar con los niños y en el barrio todos te conocían, fuiste y serás mi orgullo. Perdóname, Samita, si alguna vez te fallé. Solo espero que ahora estés disfrutando de la vida eterna sin dolores, ni sufrimientos en el puente del arco iris. Espero que algún día tengamos la oportunidad de volvernos a encontrar gracias a la bendición de Dios. Tu partida ha sido muy dura para mí y para tu hermanito humano, pero siempre vivirás en nuestros corazones como el perro único que fuiste. Te extrañamos más allá de las palabras mi amado Samita. SAMAI Mi madre anhelaba conocer los caminos ancestrales, un día partió hacia las montañas selváticas donde descubrió pequeñas cuevas utilizadas para guardar alimentos, descansar y recuperar el aliento. En estos lugares mágicos, conocidos como “el samai”, se escuchaban los sonidos de la naturaleza y fueron testigos de las andanzas de nuestros antepasados indígenas. A la vida de mamá, llego un perrito, lo llamó Samai, gozamos de su generosa compañía ya hace 15 años. Inspirado en mi fiel viejito, escribo este cuento, él está enfermo y pronto partirá a la eternidad, mientras yo conservare su esencia y aliento en mi triste corazón. Autor: Kindi
NO LLORES POR MI: Carta de un perro a su amo
No llores por mí … Durante muchos años, me diste un hogar, me diste alimento y protección.
Pero lo más importante, me diste un lugar en tu corazón, con tu compañía a diario y con todo tu amor.
No llores por mi … Ahora que no estoy a tu lado, no quiero verte triste en este día.
Por el contrario, cuando pienses en mí, deseo que seas feliz recordando los bellos momentos que juntos pasamos desde que nací hasta que morí.
No llores por mí … Recuerda aquellos días en los cuales jugamos hasta más no poder, quiero ver en tu rostro esa linda sonrisa que siempre me brindaste.
Y así mismo deseo que la compartas con otro animalito, que lo hagas tan feliz como me hiciste feliz a mí. Tras mi partida no quiero verte solo.
No llores por mí … Continúa brindando todo ese cariño y ese amor a los seres que ahora se encuentran a tu lado.
Aún después de morir, debes saber cuan feliz sigo siendo. Porque sé que por siempre permaneceré en un lugar de tu corazón.
Atentamente.
Tu perro,
Tu amigo fiel.